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viernes, 24 de septiembre de 2010

LA ASOCIACIÓN SACERDOTAL SAN PABLO.

Pertenece a la diócesis de Sonson-Rionegro, fue fundada por Mons. Alfonso Uribe Jaramillo hace 21 años, con el objetivo de cumplir el mandato de Jesucristo dado a los Apóstoles de anunciar la Buena Nueva hasta los confines de la tierra, y este es el carisma de esta Asociación, donde se forman aquellos sacerdotes valientes, que lo dejan todo por prestarle los pies al Evangelio para que corra y se extienda, esta Asociación con carisma Ad-gentes, hasta el momento cuenta con 25 sacerdotes los cuales están alrededor del mundo, cuenta con 24 seminaristas los cuales están en los distintos años de formación.
Esta es una obra de Cristo, de dios.

agrego el enlace para que conozca mas sobre esta asociación que ama sin fronteras:

ASOCIACION SACERDOTAL SAN PABLO, AMANDO SIN FRONTERAS

LA MISION AD-GENTES

Dios nos ha llamado a su servicio, y nos pide según lo que nos ha dado, porque el ha dado por medio del Espíritu Santo diversidad de dones y carismas, a unos nos a llamado a servirle en la misión ad-gentes y para mi es como lo dice el lema de mi Asociación Sacerdotal San Pablo, es amar sin fronteras, es llevar y hacer conocer a las personas ese amor de Dios, es prestarle al evangelio nuestros pies, para que corra y se extienda.

La misión ad-gentes, considero que es para hombres y mujeres que Dios les ha regalado el don de la fortaleza y la valentía, para ser capaz de dejarlo todo como lo dice el Evangelio, madre, padre, hermanos, mujer, hijos, casa y pueblo;  todo nos lo pide Dios,  y de esta manera miles de personas lo han hecho al rededor del mundo, han dejado todo, para irse ha tierras lejanas ha comunicar la obra de amor que Dios tiene para la humanidad.

En la diócesis de Sonson-Rionegro,  una diócesis con un perfil misionero, existe la Asociación Sacerdotal San Pablo "ASPA",  una casa de formación donde se preparan los futuros sacerdotes de gran valentía para ir a aquellos lugares lejanos, donde es necesario también llevar la Buena Nueva,  y de esta manera cumplir el mandato dado por Jesucristo de llevar la Buena Nueva hasta los confines de la tierra.